domingo, 30 de marzo de 2014

El chivato

Sintió un fuerte dolor de cabeza y una extraña sensación, creía estar despierto pero no lograba ver nada, todo era  negro a su alrededor. ¿Qué le pasaba a su vista? Los ojos le ardían.


   No sabía qué le había ocurrido,  no recordaba nada. Intentó mover las manos pero no pudo, las tenía atadas, pensó – ¿qué pasa, dónde estoy? Debería gritar, tengo mucha sed y calor, seguro que ya ha salido el sol. Seguía sin recordar.


En medio de la oscuridad oyó un coche detenerse. Alguien abrió una puerta cerca de donde estaba y pudo escuchar –“el chivato se ha despertado, lo llevaremos al campanario”-. Seguía sin ver.

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