domingo, 8 de octubre de 2017

Insomnio, ovejitas y tú

Insomnio. Decido contar ovejas

Una

    dos

         Tres...

Me pierdo. Pienso en ti.

Empiezo a escribirte: "hola".

Lo borro. Las tres de la madrugada, demasiado tarde.

Vuelvo a las ovejas

Cuatro

          Cinco

                   Seis...

Me pierdo. Tú otra vez. Recuerdo un beso. Rehuyo, no quiero pensar en ti. Las ovejas

Siete

       Ocho

                Nueve

Me vuelvo a perder. Vuelves a mi cabeza. Me abrazas, me besas. Cierro los ojos. Me centro en las ovejas

Diez

     Once

             Doce

Inútil. Tú de nuevo. No puedo dejar de pensar en ti. Abatida me rindo a tu recuerdo. Cierro los ojos. Te sueño. Recuerdo.

Tan sólo soy yo...

Tristes versos que claman

alegrías.

Mentiras fútiles que piden

verdades.

Suspiros que  ansían

besos.

Palabras calladas que requieren

atención.

Miradas incesantes que ansían

caricias.

Roces sutiles que aspiran

a más.

Y al final, tan sólo soy yo que clama tu atención.